martes, 13 de noviembre de 2018

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jueves, 1 de mayo de 2014

Maratón de Madrid 2013


Bueno, aquí va la crónica del Maratón de Madrid 2013 que ha tenido el honor de contar con el Sr. Rosa y con un servidor entre el elenco de primeros espadas del running popular español.

Corredores maratón
Photo by Mārtiņš Zemlickis on Unsplash
Previa: Llegada sin incidentes a Colón. Nos ponemos de luces y nos dirigimos a los camiones habilitados como guardarropa. 1329847123908471 personas para 11 camiones colocados en Cibeles, en un embudo de parterres, jardines, casetas de libros y vallas. Organizado como el culo porque las 3 carreras que había (si, 3 carreras) dejábamos las bolsas en el mismo sitio. 3 putas carreras: Maratón, 1/2 maratón y 10k. ¿No hay suficientes carreras de 10k en Madrid? ¿No hay ya una 1/2 maratón? Pero claro, hay que sacar pasta de donde sea. Y el ayuntamiento autoriza lo que sea por el ‘bien’ del deporte popular. Gordos y señoras en cajones de salida por delante del nuestro. Gordos y señoras que corren a ritmo de Chiquito de la calzada, que los hay que van muy rápido.

Ojo. Que la crítica es tanto para los que se ponen en un sitio que no les toca como a la organización que no facilita en nada la ubicación de esta gente. A parte de la masificación indecente. Supongo que para ellos, gordos y señoras, tampoco es agradable ir varios kilómetros sintiendo como les adelanta la gente y le van dando empujoncitos y codazos. Muchos deberían aprender a correr y a colocarse donde van a poder ir cómodos y disfrutando, que de eso se trata, pero tampoco la organización hace bien las cosas. Los que ‘velaban’ por el acceso a los corrales de tiempos no hacían su trabajo. En otras carreras (bendita Behobia) corre la misma cantidad de gente y no pasa esto. 

Mala hoxtia desde el principio. el Sr. Rosa pierde unos guantes en el sindiós del guardarropa. Acordamos no enfadarnos mucho porque quemaremos energías innecesariamente.

Km 1: Subiendo Pº Castellana. Intentando poner un pie delante del otro de manera decente. Adelantando a los gordos, señoras y demás 'corredores' de las otras pruebas. El km sale a 5:30. Nuestras esperanzas de alcanzar las liebres de 3h15 se desvanecen.

Km 2-5: Corriendo por carril bus y demás recovecos seguimos adelantando 'corredores' y viendo como la policía local no ha hecho su trabajo dejando coches estacionados en mitad de zonas de paso (Santiago Bernabéu). En este punto, km 3-4 los 'corredores' del 10k nos dejan. Benditos y con dios. Llegamos a pza. Castilla (km 5) y nos dan el primer refrigerio. Sr. Rosa se quita la camiseta que llevaba por encima para no pasar frío y le da frío. Se acuerda de sus guantes (snif). Empezamos a estabilizar el ritmo objetivo acordado para la primera mitad de la carrera. 4:30m/km.

Km 5-8: C/Mateo Inurria, Gral. Lopez Pozas, Pº de la Habana hasta el final, Platerías, un trozo de Avda. de Burgos y Marqués de Torroja. Un corredor, este sin comillas, se caga en la organización, en la clase política, en la candidatura olímpica y en todo lo que se menea. Todo ello mientras nos adelanta a bastante buen ritmo por la izquierda en Gral. Lopez Pozas. En el Pº de la Habana Sr. Rosa comenta que eso si son chalets y no los del final del Pº de la Chopera de Alcobendas. Comentamos la falta que hacen los pijos para que haya gasto y nos cagamos en la clase política. Me fijo que en el Pº de la Habana está la embajada de Cuba. Que bien traído.

Bajando Marqués de Torroja vemos unos guantes tirados en el suelo. Como son buenos (Asics), Sr. Rosa se siente tentado a pararse a cogerlos. No lo hace y ambos nos reafirmamos en nuestro comentario anterior: Que necesarios son los pijos para el gasto. Seguimos con el ritmo medio objetivo. 4:30m/km. La espalda de Sr. Rosa sin dar señales alarmante de vida. Voy pendiente de él como una gallina de sus polluelos.

Km 8-11: Avda. Pio XII, Príncipe de Vergara y Dr. Arce para coger Joaquín Costa. Primer repecho serio que solventamos con oficio y solvencia. A esa altura, inicio de Pio XII, nos adelanta uno que va cantando canciones de Rosendo a grito pelado. Más avituallamiento y afrontamos los toboganes de Pio XII – Príncipe de Vergara. En Doctor Arce, Sr. Rosa solicita Réflex a un patinador-asistente. Por hacer gasto más que porque le duela. Como decían en Muchacha Nui "De comer si no hay que pagar ¡hasta reventar!". Vamos bien. Primeros 10km en 45:30. Sin novedad en el ritmo ni en la espalda. No le quito ojo al zagal.

Km 12-15: Joaquín Costa, Raimundo Fdez. Villaverde, Cuatro Caminos, Bravo Murillo, Islas Filipinas. El paso por encima de la Castellana mola. Me fijo que han quitado una tienda de libros de segunda mano y que en su lugar han puesto una tienda de zumos. Mucha gente animando y mucha animación. En Cuatro Caminos música ambiente de AC/DC y muchísima gente. Bajamos Bravo Murillo sin novedad y en Islas Filipinas pasamos por los campos de golf del canal y comentamos con acritud la falta que le hacían a esta ciudad. Corredores nos miran. Pasamos por donde estaba el estadio de Vallehermoso y vemos que las obras van a buen ritmo para mantener el solar (puta vergüenza). Comentamos de nuevo la hijoputez de la sociedad pija y política madrileña. Corredores nos miran. Mantenemos el ritmo previsto. Al llegar a Guzmán el Bueno empieza a haber de nuevo bastante gente animando. El algunos tramos mucha. Mola. Sin novedad en el ritmo. Sin noticias serias de la espalda. Vamos como un reloj.

Km 15-18: Parte chula. Guzmán el Bueno, Alberto Aguilera, Carranza y Fuencarral. Animación recorrido agradable y favorable. Al coger Fuencarral, decimos adiós a los corredores de la 1/2 maratón (ellos siguen por Sagasta). Por esas calles que hemos paseado borrachos vamos ahora deporteando. ¡Qué vida esta! Bilbao, Tribunal, Malasaña, Chueca y llegamos a Gran Vía. Fuencarral es larga y estrecha pero se hace llevadera y no nos amedrentamos. Parecemos panzer alemanes devorando kilómetros. Dejar Fuencarral y entrar en Gran Vía es muy impresionante. La ciudad se abre, pasamos de calle estrecha a calle muy ancha y todo se llena de luz. Mucha gente y animación. Sin novedad en el ritmo y en la espalda. Seguimos a 4:30m/km sin forzar.

Km 18-19: Bajamos Preciados con mucha animación (unos gaiteros veteranos nos taladran los tímpanos) y entramos en Sol. Miles de personas animando y gritando. Subidón de adrenalina y ánimo. Creo que es la parte que más me gustó. Continuamos por C/ Mayor con mucha gente también. Sr. Rosa ve a Merche (una del instituto y que ya había visto en otro tramo anterior. Evidentemente, yo no sé quién es porque no fui a ese instituto.). Por lo visto la ve en toda las carreras. Yo creo que la busca (o quedan por Tuenti).

Tiburón gris
Photo by David Clode on Unsplash

Km 19-22: Seguimos en zona histórica. Final de C/Mayor, C/ Bailén, Ferraz entera y Pintor Rosales. Venga iglesias y edificios bonitos. Hacemos los chascarrillos habituales (que bonito es esto, no sabemos lo que tenemos, etc.). Sr. Rosa grita 'Hijos de puta' al paso por el Senado. Un grupo de turistas nos mira. Al llegar a Pza. de España, se permite recordarme que Loquillo tiene un apartamento ahí. Asiento con la cabeza y nos reímos como dos tontos. Zona de baldosas incómodas al paso por el Palacio Real y la otra casa grande (¿la Almudena?). Repecho y refrigerio en cuesta de San Quintín con Ferraz. Aflojamos para coger consumiciones a dos manos. Me tomo un gel remineralizante que sabe a rayos. Bastante gente. 1/2 maratón en Ferraz. 1:35:30 sin despeinarnos. Cumplido primer objetivo y comentamos que vamos de puta madre. Acordamos seguir a ritmo de 4:30 m/km porque somos unos tíos cojonudos y vamos sobrados.

Km  22-26: Dejamos Pintor Rosales y entramos en Parque del Oeste. Bajada pronunciada. Vemos a un barrendero que se parece a Guti y a un corredor que se parece al de Bricomanía (a mí no me lo parece). En el escenario de turno, los músicos están tocando una canción deprimente y Sr. Rosa está a punto de pararse a darles un par de sopapos. Decimos algunas chorradas, (Joder, nos hemos perdido. ¿Voy bien para Burgos?, etc.), y nos partimos el culo como si no sobraran las energías. Otros corredores nos miran. Cogemos Avda. de Valladolid y Pº de la Florida. Recibo instrucciones para ponernos a 4:40m/km y así reprogramo el sistema de locomoción. Muchísima gente. En Príncipe Pio mucha animación y muchísima gente antes de cruzar el río. Mola. Otro momento ‘epopéyico’. Suena 'Eye of the tiger' y decimos ‘¡Esto sí, cojones!. Somos un público fácil. Sr. Rosa ve a Merche otra vez (¿Coincidencia? Joder con Tuenti). Seguimos con buenas sensaciones aunque se empiezan a notar los kilómetros. Suelo de pavés que resulta muy incómodo. Zona de refrigero y cogemos a dos manos. Empezamos a salir de la parte fácil para entrar en lo jodido.

Km 26-32: Casa de Campo. Su puta madre. No se acaba nunca. Bonito pulmón de esta nuestra ciudad, con un firme de puta pena que destroza los pies. A los 3 km de entrar nos ponemos en el ritmo objetivo para la segunda parte de la carrera. 5:00 m/km. Empezamos a regulear pero siguen quedando fuerzas para cumplir lo acordado. Recorrido muy agradable entre arbolitos, domingueros y el lago. Nos dan unos geles remineralizantes de los que cogemos varios. Se me caen todos menos uno. Me lo tomo y éste está rico. Sabor manzana verde. Más refrigerio dentro de la Casa de Campo y un corredor italiano me pide que le pase el botellín de agua. Cuando me lo va a devolver, acelero (que asco). Sr. Rosa se queda un poco y me pongo a su altura. Tiene mala cara pero me dice que la espalda va bien. No nos queda nada, ¡cojones! Repechón del Madrid Arena salvado con oficio y solvencia. Estamos hechos un brazo de mar. Una señora tiene un cartel donde pone '¡Animo Sr. Rosa !'. Tuenti da para mucho, por lo que puedo comprobar. Merche no aparece (o Sr. Rosa no me dice nada).

Km 32-35: Salimos de la Casa de Campo y comentamos lo bonita que ha quedado la Avda. de Portugal. Sr. Rosa  me dice donde vive su tía y yo le digo donde hice la mili. Han hecho unos pisos donde yo entregué 9 meses de sudor a la patria. Se alquilaban varios pero no cojo números. Cuesta abajo que no se agradece una mierda. Cada zancada es un latigazo en los muslos. Transmito a mis piernas que se hagan zancadas más largas pero me responden que 'una polla con orejas'. Mierda. Motín a bordo. Aun así, nos sirve para conseguir aumentar el ritmo esos 2 km (4:30m/km). Entramos en Pº de la Ermita del Santo y volvemos al 5 m/km aunque el terreno ya pica hacia arriba. Me fijo que hay un polideportivo que se llama Marqués de Samaranch (¿será el mismo Samaranch que el del COI?)

Km 35-37: Cada vez hablamos menos. Nos estamos distanciando y no sé por qué. ¿Habré dicho algo? Al dejar el Pº de la Ermita del Santo y coger el Puente Elevado de San Isidro, el viento nos avisa que nos va a joder pero bien en las subidas que nos quedan. Cruzamos el río a la vera del Vicente Calderón (Que bonito y reluciente que está. Qué pena que lo vayan a tirar para hacer más pisos que no se van a vender). Otra cuesta abajo con curva peligrosa y Pº de la Virgen del Puerto hasta el final. Mantenemos el ritmo de 5:00 m/km pero cada vez cuesta más porque el terreno es siempre hacia arriba. Otro refrigerio pero ya no cojo y Sr. Rosa me echa la bronca. No tengo ganas de discutir y le doy la razón. Y hablando de cuestas, C/ Segovia (su puta madre) con vendaval de cara. Subimos al tran-tran y al final flaqueo porque el aire es muy fuerte. Sr. Rosa ataca como un bellaco para coger los puntos del premio de la montaña. Le respondo con un '¿Dónde cojones vas?' y vuelve al redil. Cogemos  Ronda de Segovia y luego Pº Imperial, que pica para arriba y hace mucho daño porque es muy larga. El ritmo y las piernas se resienten mucho. Joder joder.

Km 37-39: Terminamos las subidas Pº Imperial, Pº Doctor Vallejo Nájera y Pº de las Acacias (su puta madre). Todo picando hacia arriba. Mucha gente animando pero la ciudad ya me parece una mierda. Más animación y refrigerios y no cojo. Sr. Rosa me regaña. Voy listo de papeles y mis piernas dejan de responderme. En el falso llano (me encanta este término que no significa nada) de Ronda de Valencia, Sr. Rosa empieza a tirar y me pongo a su rueda, recupero un poco al pasar por Embajadores y subir Ronda de Atocha (joder con las cuestas y el viento) pero al entrar en Atocha no puedo más. Sr. Rosa me anima llamándome Maricón y otras cosas y yo le devuelvo los elogios. El ritmo no se resiente demasiado, sorprendentemente. Seguimos a poco más de 5m/km de media. Un señor grita que ahora es cuando empieza la maratón, que hay que sufrirla. Que palabras más sabías y desmotivadoras a la sazón.

Km 39-40: Un trozo del Pº de Infanta Isabel y la puta subida de Alfonso XII. Como odio esta calle. Repecho muy fuerte de por sí, matador con lo que llevamos encima. Sr. Rosa va como un bulldozer, manteniendo el ritmo. ¡Ese es mi chico! Mis piernas empiezan a no ir de verdad de la buena. Me han abandonado definitivamente. Más calambres y al terminar el repecho, catapúm. Trallazo y me paro. 3 segundos y arranco de nuevo. Sr. Rosa , que va sobrado (no sé si es que ha visto a Merche), sigue animándome y echándome en cara cosas. Me empuja para que coja ritmo y casi me desarma. A los 300metros, otro trallazo, más fuerte que el anterior. Me paro del todo y le dijo a Sr. Rosa que siga él solo, que se salve él y me deje allí. Vuelve a empujarme y a decirme cosas. Le llamo de todo. ¡Se ofrece a darme la mano! El colmo, vamos. ¡Y unos besitos también, no te jode! Le mando a tomar por culo y arranco, con más sufrimiento que otra cosa. La gente nos mira. Menuda escena. Espero no haya fotos. El ritmo baja a 5:40 m/km. ¡Qué vergüenza...!

Km 40-42.6: Seguimos Alfonso XII y llegamos a la Puerta de Alcalá. El olor de la llegada me anima y al mismo ritmo cochinero voy avanzando. Las piernas van a su puta bola y me duelen mucho. Km 41 de ligera subida que no ayuda en nada. Mucha gente animando y diciendo que ya está hecho. Les miro a los ojos y veo que mienten, que queda todavía más de un kilómetro. ¡Malditos! Entramos en el Retiro y voy más cabreado que una mona. Mis piernas ya van, Sr. Rosa me anima diciendo que lo hemos conseguido pero yo solo pienso que he jodido el plan, la marca y como nos haya visto Merche pensará que Sr. Rosa es un maltratador. Hacemos la bajada del paseo de coches entre el griterío de la gente y la megafonía. No escuchamos los gritos de ánimo de Sr. Morado pero nuestros corazones saben que está ahí. Es el último empujón que necesitamos y llegamos a la meta como dos valiente. Entramos tras 42.6 km, que es lo que nos miden nuestros respectivos aparatos GPS. Entramos cada uno por su lado. Ni abrazo, ni brazos en alto, ni nada. Esto hay que ensayarlo mejor. O no. Los hombres entran solos. No me imagino a Chuck Norris entrando abrazado a nadie que no sea él mismo. Tiempo oficial: 3:21:57. Ritmo de 4:45 m/km. Objetivo de bajar de 3:30:00 cumplido. Nos hemos quedado un poco lejos de las 3:15:00. 

Postpartido: Sigo cabreado y me duelen muchísimo las piernas y me arden las plantas de los pies. Sr. Rosa  tiene las mismas sensaciones y comentamos que probablemente tengamos sangre. Más épico. Hace mucho aire y mucho frío. Estoy helado. Tirito como una hoja porque he debido quemar todas las grasas y mi modesta anatomía no da ni para un caldo. Nos dan un plástico de Ibercaja para que nos lo pongamos como la capa de Supermán (que puta mierda de organización) para que nos abrigue (¿?¿). Buscamos un sitio donde me den un masaje y una indocumentada (con bata de médico) me dice que tengo mala cara y que me va a dar algo. Que vaya a ver al Samur. Pienso en decirle a quien tiene que ir a ver ella pero me lo callo y nos vamos.

Cogemos la medalla (pesa y me viene bien para que no me lleve el aire), agua y Gatorade, los plátanos, una barrita de cereales y unas bolsas de cocktail de frutos secos bastante resultones. Los camiones de la ropa están donde el aire da la vuelta así que seguimos andando. Sr. Morado nos grita desde el otro lado de las vallas y nos arrimamos a su vera. Le damos el botín recolectado y quedamos en vernos en camiones-ropero. Debo de tener mala cara porque veo preocupación en los ojos de los muchachos. Sr. Rosa le dice que estoy mal y yo le mando a paseo. Llegamos a los camiones y nos reencontramos con Sr. Morado . Nos vestimos. Me pongo encima toda la ropa que tengo. Por sus caras entiendo que mi aspecto no debe insuflar mucha confianza. Con el chándal y la cara debo parecer que he salido de la Celsa de pillar algo. Les digo que estoy bien. Que tengo frío, que me duelen las piernas y que estoy cabreado. Sr. Morado me abraza como un oso a su cría y me da calorcito. ¡Qué majo es! Nos vamos a un bar a entrar en calor y antes de salir del Retiro vemos a un grupo de jóvenes que están celebrando una misa, con megafonía incluida. Llegamos al bar, caminando como los zombis del vídeo de Michael Jackson. Una coca cola, cerveza para ellos, unos matrimonios de empanadillas-croquetas y unas aceitunas después, y sobre todo el calorcillo, hacen que resucite. La vuelta a casa es también una pequeña aventura pero exenta de todo acontecimiento reseñable así que me la ahorro. No nos hemos despedido de Merche. ¡Mecachis!.

Y colorín colorado.


jueves, 5 de diciembre de 2013

49ª Behobia - San Sebastián - 10 de noviembre de 2013

“Todo hombre tiene derecho a dudar de su tarea y a abandonarla de vez en cuando; lo único que no puede hacer es olvidarla.” Paulo Coelho

“Todo resulta muy cómico cuando le sucede a otro.” Paulo Coelho


Prefacio

Esta es la crónica de lo acontecido en la 49ª edición de la Behobia – San Sebastián. Creo que no miento si digo que ha sido, por las condiciones meteorológicas, la carrera más dura de todas las que he corrido hasta ahora. El Maratón de 2013 en Madrid fue duro, pero "solo" lo pasé mal los últimos 6 o 7 kilómetros. En la carrera que voy a describir fui sufriendo desde el principio y en todas y cada una de las zancadas que di para completar los 20 kilómetros me fui preguntando las razones por las que hacía eso; correr.
Logo B/SS 2013 - FutreTheGreat
fuente: http://www.behobia-sansebastian.com
La idea inicial era mejorar el tiempo del año pasado; 1:28:58. Mejorarlo y por mucho. El objetivo que rondaba mi cabeza era bajar de 1:26:00 y con ese objetivo planifiqué mis entrenamientos, aunque en muy pocos días me encontré bien del todo. Recuerdo uno o dos. No más. Esto hacía que mi ánimo estuviera lejos de ser el mejor para llevar la motivación a niveles deseables para afrontar una carrera tan dura.
Perfil B/SS 2013 - FutreTheGreat
fuente: http://www.behobia-sansebastian.com

Este año también se apuntó mi amigo Sr. Rosa, mi compañero en eventos épicos, tanto en carreras como en entrenamientos, lo que hacía aún más apetecible esta carrera que tanto me gustó en la edición de 2012 a pesar de la dureza del recorrido y del clima.
Dorsal B/SS 2013 - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013

Durante la semana de la carrera las previsiones meteorológicas iban pasando de malas a muy malas a medida que avanzaban los días. Todo apuntaba a que la mañana del domingo sería muy ventosa, con vientos muy fuertes procedentes del oeste, lo que quería decir que durante toda la carrera el aire nos iba a llegar de cara. Es-tu-pen-do.

El sábado constataríamos físicamente que todas las previsiones se quedaron cortas. El tiempo era muy malo y a la mañana siguiente haría un día de perros. La previsión era de viento oeste de 45km/h de velocidad media con rachas de 70km/h. Es-tu-pen-do.


Día de carrera 

Con las primeras luces del domingo nos aprestamos a desayunar y a confirmar que el día era malo para correr. Nos abrigamos "bien" con unos ponchos, obsequio de Donostia 2016, y llegamos trotando a la estación de tren (Renfe).
Poncho Donostia 2016 - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013
En ella nos encontramos con que un nutrido grupo de corredores, runners por las pintas, están apostados en el andén incorrecto. Hago notar esto a Sr. Rosa y él, no sin ciertas dudas, me acompaña mientras cruzamos al otro lado. Un runner se nos acerca y nos pregunta si el andén al que vamos es el correcto para Irún. Respondemos que “Sí” y el insiste en que no puede ser porque va en “dirección contraria, dirección Donostia”. Le digo que “eso es lo que es correcto” pero que se ponga donde él crea conveniente. Dicho esto, proseguimos nuestro camino dejando pensativo al bermejo runner

Esto mismo ya me pasó el viernes en la feria del corredor cuando compramos los billetes. Los taquilleros, jóvenes voluntarios euskaldunes, me insistieron, varias veces, en que el tren pasaría antes por Donostia-centro que por la parada donde lo cogeríamos nosotros y yo insistí en que la razón estaba de mi lado. Veremos quien la tiene al final. Hagan sus apuestas.


A los 2 minutos escasos de aparecer nuestras cabezas por el vomitorio de enfrente, el grupo de runners se moviliza y cual manada de ñus del Serengueti, cruzan a nuestro andén, todos bien juntitos. Pasados 12 minutos, 3 sobre el horario previsto, lo que crea cierto nerviosismo y regomello entre los allí presentes, incluido mi compañero, aparece el tren que nos llevará al infierno. ¿Quién tenía razón taquilleros?  ¿Quién tenía razón rubito? ¿Quién tenía razón Sr. Rosa?


Subimos al tren, donde solo hay un sitio libre que cedo a Sr. Rosa y yo me siento en el suelo, que para eso lo tengo más cerca. El viaje transcurre sin más sobresaltos que la sentencia que dicta una mujer, ya entrada en años, que se arrellana en un asiento cercano; “Hoy el viento no va a parar el todo el día y va a ir a más conforme pasen la horas.”. 


Estamos bien jodidos porque me fío más de las canas y el acento de esta señora que de los satélites de Maldonado.
Pinos en Irún - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013

Atracamos en Irún y, tras verificar que el vendaval es importante, por como abofetea unos frondosos y gruesos pinos, abordamos un autobús lanzadera que nos llevará a la salida. Ni aglomeraciones ni esperas. 

Bueno, vale. Un poco de aglomeración en el andén porque el vomitorio no traga todos los corredores que sería necesario para un rápido desalojo, pero esto es culpa de Fomento. La organización, de momento, muy buena, manteniendo el nivel del año anterior. 
Autobús Irún-Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013
Desde el autobús vemos una cúpula muy chula y, después de hacerle una foto y elucubrar un poco, llegamos a la conclusión de que tiene que ser un batxoki (bar), por cómo se las gastan por estos pagos.
Iglesia Irún - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013
Al llegar a Behobia informo a Sr. Rosa que nos han dejado “un poco a tomar por culo de la salida” por lo que hay que mover las piernecitas rápido. Lo mismo hacen el resto de corredores.
Camino de la salida Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013
Al ir en dirección contraria la ruta, nos vamos encontrando con los primeros atletas en salir: los inválidos y sus sillas, más bien camas, de ruedas. Alguno parece sacado de Tron. Los hay que tener bien puestos para atreverse a subir, y sobre todo bajar, Gaintxurizketa con el día de mierda que hace montado en un trasto con ruedas. Txapeldun por todos ellos. 
Sillas de ruedas Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013
También nos cruzamos con los patinadores, rollers si has nacido en los 90, y pensamos lo mismo que antes. Con el viento que hace hay que tener mucho valor para bajar rampas del 10% subido en unos patines. Txapeldun también por ellos porque esto no es un paseo por el Retiro


Tras una caminata de un kilómetro y medio en la que vamos viendo el paisaje, llegamos a nuestro particular Baikonur (kazajo: Байқоңыр ғарыш айлағы, Bayqoñır ğarış aylağı; ruso: Космодром Байконур).
Salida Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013

Salida

“Tenemos que beber agua. No hemos bebido nada de agua. Tenemos que beber agua”. Las palabras de Sr. Rosa taladran mis oídos mientras llegamos a la zona de salida. 
Salida Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013
A pesar del día, el ambiente es magnífico, con gente por todas partes, música a todo volumen  y corredores miccionando aquí y allá. Nos cruzamos con más patinadores mientras nos dirigimos a la zona que conozco y donde espero encontrar alivio para la repentina polidipsia de mi amigo.


Aquello está como si no hubiera pasado un año; pancartas indicando los colores, dorsales y hora de salida de cada grupo, quioscos donde se dispensa café de manera gratuita, voluntarios por doquier a quien preguntar, camiones donde dejar la bolsa con la ropa para que te espere en la llegada… camiones que, a pesar de encontrarse henchidos de bolsas y mochilas, no presentan el aspecto al que estamos acostumbrados en otras carreras de la capital, más propio de zonas en guerra donde se reparte comida desde camiones de Naciones Unidas (United Nations). 

Recogida de mochilas Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013

Ni una cola, ni una aglomeración, todo bien indicado. ¿He dicho ya que la organización de esta carrera es perfecta? Es la prueba empírica de que si se quiere, se puede organizar bien una carrera para mucha mucha gente. Que no me vengan con monsergas ni gaitas. 

Panda de chorizos malnacidos.

¿Dónde estaba? Ah, sí. La búsqueda del monóxido de dihidrógeno en estado líquido. Lo localizamos sin esfuerzo en un original montaje de grifos sujetos a unas vallas, cuyo manantial primario es una boca de riego. Práctico, sencillo y funcional. Saciada nuestra sed, vaciamos nuestras vejigas sobre unos arbustos de hoja perenne a los que las propiedades de nuestros orines les va a ir muy bien para pasar el invierno, que aquí tiene que ser de aúpa.
Bebiendo agua en salida Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013
El siguiente paso es localizar nuestra pancarta. De camino a la zona donde el mapa indica que debería estar me encuentro con un ex-compañero de trabajo de Logroño al que hace 10 años que no veía. Nos damos un abrazo y tras charlar 5 minutos nos despedimos deseándonos buena suerte. 

Encontramos el cartelón rojo que nos corresponde justo en el sitio donde debería estar (¡qué organización!) y empezamos a hacer unos estiramientos “Eva Nasarre” y a dar unos saltitos que no sirven para nada. 

Un termómetro cercano marca 15º, buena temperatura si Eate no se hubiese levantado con el pie izquierdo. 
Pancarta salida Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013
El vendaval es tremendo y la pancarta está a punto de salir volando varias veces. Como prueba de este hecho hago un vídeo en el que se aprecia perfectamente la fuerza del viento. También aprovechamos el vídeo para decir algunas tontunas.
Pancarta salida Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013
Sr. Rosa enciende su flamante GPS Garmin y descubre que está sin batería. “¡Me cago en todo!” –pero el viento ahoga su grito y nadie puede escucharle. Está solo y sin su guía. “¡Noooooo!”. 

Le digo que no se preocupe, que como vamos a ir juntos yo le iré diciendo el ritmo que me vaya soplando a su vez el Endomondo instalado en mi BlackBerry, que espero que no le dé por hacer cosas raras, como a veces hace. (Esto solo lo pienso y no se lo digo a Sr. Rosa para no preocuparle más). 


“¡Ya te pasaré el .gpx para que tengas esta hazaña bien guardada!” – le animo.


Sr. Rosa me dice que no le espere, que no quiere frenarme y que él ya se las arreglará como pueda. Me giro y le digo, mirándole a los ojos fijamente, que sin él yo no voy a ninguna parte. Me devuelve la mirada y, tras un segundo que se me hace eterno, me contesta que no empecemos con mariconadas tan temprano, que ya estamos un poco mayorcitos. La cámara hace un contrapicado, busca las montañas aledañas mientras nosotros nos reímos y el volumen de la música aumenta. Nos ha quedado una escena cojonuda.
Pancarta salida Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013
¡Se acerca el momento! A pocos minutos de nuestra hora de salida nos entran ganas de hacer aguas menores de nuevo. ¡Los nervios! Regamos el campo y volvemos al grupo. 


El señor que habla, speaker, va anunciando los grupos que van saliendo y los tiempos restantes para el siguiente. Da consejos de seguridad, canta, anima y todo ello en varios idiomas. 


¡Nos toca! ¡Qué nervios! 


Nuestra pancarta se mueve, bueno, se mueven los chicos que la llevan, y nos acercamos a la línea de salida para disfrutar de nuestro instante de gloria. Los laterales están llenos de gente animando y la adrenalina está por las nubes. Creo que es el mejor momento. Nos quitamos los ponchos y nos disponemos a escuchar la cuenta atrás: sei,…, bost,…, lau…, hiru…, bi…, bat… ¡aurrera! ¡aurrera! Apretamos los dientes y los puños y partimos disparados como flechas escocesas buscando corazones ingleses.
Salida Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013
Cuenta atrás salida Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2012
Cuenta atrás salida Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2012
Cuenta atrás salida Behobia - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2012

Km 1

A los 100 metros, me salgo de la calzada para correr por la acera, más libre de gente. El viento nos sacude la cara y Sr. Rosa me espeta que vuelva al abrigo del grupo cuanto antes. Pronto empezamos con las quejas. Ignoro sus lamentos y acelero, adelantando a varias docenas de corredores. 
Behobia Km1 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
A nuestra derecha, el Bidasoa se agita enfadado. Los juncos se bambolean frenéticos y algunas pequeñas olas se alzan vigorosas y se estrellan contra la isla de los Faisanes

Detrás de la isla, Hendaya nos mira triste porque nos vamos quizá, quien sabe, para no volver nunca, y a la izquierda, formando numerosos grupos, la gente aplaude y anima a nuestro paso. “¡Oso ondo! ¡Ánimo!” 

Joder, me encanta esta salida.
Behobia Km1 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Sr. Rosa insiste y le digo que no va a servir de nada, que no hay abrigo posible contra este Poniente que nos fustiga. Aun así y  para no escucharle, vuelvo a la calzada. 

Efectivamente, no hay resguardo posible.  Mantenemos el ritmo esquivando corredores y poco antes del concesionario Ford aparece el cartel que indica que hemos llegado al primer kilómetro. 

Oigo a Endomondo a duras penas, decir “last time 4:30”. Muy poco premio para el esfuerzo empleado.


Km 2

La carretera se abre más y eso facilita la entrada del viento. Recibimos una primera racha de las fuertes que me sorprende y me frena. Estamos en una zona sin edificios que nos protejan y el Céfiro se aprovecha de ello. Me giro para preguntar a Sr. Rosa qué tal va y me dice que está bien. 

Afrontamos una recta de 200 metros sin abrigo ninguno y es imposible mantener el ritmo sin vaciarnos. Intento colocarme detrás del algún grupo pero todo el mundo se está frenando y van más lentos que nosotros. Acabamos de empezar y esto ya empieza a ser épico. Veo caras de sufrimiento en los corredores y en el público que aguanta aplaudiendo. 
Behobia Km2 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Se acaba la recta y tras un ligero descenso, entramos en Irún. Mucha gente en esta zona pero menos que el año pasado, supongo que porque el día no está acompañando nada. La calle pica hacia arriba y el aire no cesa. A medida que nos adentramos en la ciudad las aceras y balcones se llenan de gente animando pero esta vez no hay nadie haciendo ruido con cacerolas. 

En los márgenes de la calzada empiezan a germinar las manos de los chiquillos que buscan que se las choques. No me canso de elogiar el cómo vive esta gente esta carrera. Comienzo con este casi obligado ritual y, como no me giro, no sé si Sr. Rosa me imita. 

¡Aurrerá mutiles!” nos gritan con sus vocecillas.  “¡Oso ondo David!” me dicen.

Behobia Km2 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)

La calle se empina más y, a mitad de ésta cuesta, el cartel del kilómetro 2 es sacudido sin piedad por el viento. 4:50 de parcial. El aire nos está matando y llevamos sólo dos kilómetros.


Km 3

Seguimos ascendiendo el duro repecho flanqueados por la multitud y los árboles. Cuanto se agradecen los ánimos de esta buena gente. No dejamos de adelantar grupos de corredores y Sr. Rosa sigue implorando que me coloque detrás de alguien. Hago un par de intentos pero no hay nada que hacer. Nada ni nadie nos va a proteger. Estamos solos.
Behobia Km3 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)

Coronamos y la calle se hace más ancha. Los árboles desaparecen y entramos en una calle de 3 carriles donde está el primer avituallamiento. Nosotros vamos por la izquierda y las mesas quedan a la derecha. Sr. Rosa reacciona tarde y no es capaz de coger agua. Se pone como un energúmeno

“¡No hemos cogido! ¡Tenemos que beber! ¡Tenemos que beber!”. 


Joder, vaya viaje me espera…


Giramos a la izquierda para iniciar la zona de toboganes de Ventas-Irún. La primera parte de este tramo, aunque en cuesta, se agradece porque el aire no se nota tanto gracias a la protección de los edificios. Sigue habiendo muchísima gente y sigo chocando manos. Aunque la carretera no da un solo descanso, mantengo el ritmo y el parcial es de 4:28. No es lo planeado pero no está mal.
Behobia Km3 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)

Km 4

Esta zona de subidas y bajadas es propicia para ir rápido. Pregunto y Sr. Rosa me dice que va bien aunque su cara es menos optimista que sus palabras. Me dice que acelere, que me vaya solo y le digo que se calle, que lo está haciendo muy bien y que sin él no voy a ninguna parte. Dice algo pero no le escucho. Supongo que me insulta. Buena señal.
Behobia Km4 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Salimos del abrigo de las casas y el aire vuelve, aunque es menos fuerte. Ojo. Menos fuerte es distinto a flojo. Las banderas y los árboles siguen haciendo ejercicio. Intento aprovecharlo y pongo un tren alto pero cómodo. Me cuesta pero vamos bien. 
Behobia Km4 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Ya estamos prácticamente fuera de Irún cuando pasamos el kilómetro 4. La enlatada voz de Endomondo me da una alegría: 4:26. Bastante bien para el terreno y el viento que sufrimos.


Km 5

Mis piernas están calientes y mi cabeza está centrada en el  recorrido. Hay que aprovechar los kilómetros previos al puerto. A pesar del viento, alargo la zancada, me inclino hacia delante y acelero. Animo a Sr. Rosa y le digo que vamos muy bien, que esto está chupado. No sé si se traga mi mentira.

Lamento una vez más del tiempo que nos hace porque vamos bien de piernas y en otras condiciones estaríamos devorando los kilómetros con avidez. Adelantamos a más corredores y en un repecho pasamos sobre las alfombras de control de tiempo del kilómetro 5. 


Endomondo, ¡dime algo bonito!. “last time in 4:10”. No es lo planeado pero, siendo realista, está bastante bien. ¡Mic, mic!
Behobia Km5 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)

Km 6

Sigue habiendo gente animando mires donde mires y siguen las constantes subidas y bajadas. Nosotros no nos amilanamos. Por un momento nos hemos olvidado del viento y, aunque no ha cesado, nos da una pequeña tregua que aprovechamos. Tiro de Sr. Rosa que está respondiendo como un jabato. 

Behobia Km6 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Mi memoria me recuerda que más adelante hay una bajada ideal para tirarnos a tumba abierta pero cuando ésta llega, Eolo nos da con la puerta en las narices y tenemos que luchar para mantener el mismo ritmo.

¡Maldita sea! ¡Odio el viento! Vuelven las rachas fuertes y volvemos a sufrir. Lo estamos pasando peor cuesta abajo que subiendo.

   
Este año de momento no hay coches con música y aunque en la gasolinera previa al puerto hay bastante gente animando, no es lo mismo que el año pasado. Anuncio a Sr. Rosa la llegada de las cuestas y resopla. 

Empezamos a notar la cercanía de la montaña porque la carretera se empina. Repecho duro coronado por la pancarta de kilómetro 6 que se retuerce sobre su mástil. 4:15. Estos últimos 200 metros contra el aire y la última cuesta nos han estropeado el parcial.

Km 7

Ya estamos subiendo. Cruzamos un túnel donde truenan las sirenas de la gente que hay animando y se abre ante nosotros el monstruo Gaintxurizketa. Son “solo” 2 kilómetros con rampas del 6% y del 8% y este año, con la guinda del viento de cara.
Behobia Km7 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
La calzada es buena y amplia, como corresponde a una autovía bien cuidada, y el aire campa a su antojo, desparramando corredores por todo el ancho de la carretera. Cada uno empieza a poner en marcha su estrategia para no perecer aquí.

Behobia Km7 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
En el avituallamiento, Sr. Rosa coge agua y se la tira por encima. Se caga en los dioses del olimpo y yo me río.

Animo a Sr. Rosa y relajo el ritmo para hacer la subida a un tren más o menos constante. Cada vez hay más público animando y empiezan a aparecer coches con música puesta. El día es desapacible a más no poder pero esta gente no falla nunca. 


Kilómetro 7 en un parcial de 4:39. Teniendo en cuenta que vamos subiendo y tenemos el aire de cara, no está nada mal.


Km 8

De pronto el viento enloquece y una racha me desplaza literalmente, lo que tampoco es muy complicado, de lado a lado de la carretera, que se empina aún más mientras el vendaval nos abofetea la cara. 
Behobia Km8 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Es durísimo. El aire hace que se me salten las lágrimas y tengo que ponerme a tope para no pararme. Es imposible avanzar. Acorto la zancada y miro a Sr. Rosa. Su cara es de sufrimiento y la mía seguro que no es mucho mejor. Es probable que hasta ya vaya despeinado y eso me aflige. Me arde el pecho. Joder, esto es durísimo.

Una amplia curva a izquierdas nos da una perspectiva de lo que nos queda de subida, unos 500 metros. Señalo a Sr. Rosa el final del puerto y le grito que ya está hecho, que ya estamos arriba. Mira hacia donde señalo y suelta un desgarrador “¡Joooder!”. 
Behobia Km8 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
La gente se desgañita animando; cencerros, trompetas, música en los coches, banderas… cualquier cosa vale para evadirse. “¡Aurrerá! ¡Aurrerá mutiles!”. Está siendo una carnicería de sueños y esperanzas.

Sigo apretando y tirando de Sr. Rosa pero siento que apenas me muevo. Adelantamos corredores cuya cara y ritmo son poemas de los más tristes. “¡Vamos!” grito. No hemos traído nuestras naves para luchar contra los elementos y los elementos nos están dando una señora mano de hostias.
Behobia Km8 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
La carretera parece alargarse ad infintum, su final no llega nunca pero al bordear una curva tocamos el cielo. ¡Hacemos cumbre! 

Kilómetro 8 en 5:01. Ha sido horrible, todo lo horrible que se pueda uno imaginar, y ambos gritamos de dolor. 


Km 9

Imagino lo que sintieron Hillary y Tenzing Norgay porque nosotros nos sentimos igual ahora. El cansancio no nos deja disfrutar de lo que acabamos de hacer pero sabemos que hemos hecho algo grande. 
Behobia Km9 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Dejamos atrás a Gaintxurizketa y comienzan los toboganes de la carretera de Lezo. No sé cómo irá Sr. Rosa pero a mí la subida contra el viento me ha destrozado y, por si fuera poco, en ese momento me doy cuenta de que el puerto nos estaba protegiendo de la tempestad. 

Las rachas fuertes son cada vez más frecuentes y me golpean sin piedad. Mi enjuta anatomía no ofrece ninguna resistencia y temo salir volando en cualquier momento. Padre, ¿por qué me has abandonado?


La fuerte pendiente de descenso hace que vayamos más rápido pero es engañoso. No estamos descansando nada. O vamos así o el aire nos pararía. Los verdes prados que nos flanquean se tornan grises ante mis cansados ojos. 

Los caseríos aledaños, otrora abiertos de par en par, están cerrados a cal y canto. Este año no hay acordes de música folclórica ni gente animando. Solo oímos el ruido de nuestros pies golpeando el suelo y el silbido del viento mientras se cuela entre los árboles y hace crepitar las hojas. Ni siquiera los acordes heavys del pirata de Gaintxurizketa, apostado en el mismo sitio que el año pasado con su ikurriña y su bandera corsaria, con los altavoces de su coche a todo volumen, consiguen animarme. 
Behobia Km9 - FutreTheGreat
fuente: http://www.youtube.com/watch?v=NMrsXsGPrww
No dejo de darle vueltas a todo lo que nos queda. Kilómetro 9 en 4:15. Me siento como si hubiera hecho una serie a toda mecha. No quiero asustar a Sr. Rosa , pero temo que lo vamos a pasar muy mal.


Km 10

Subidas y bajadas. Subidas y bajadas. Viento y más viento. Miro a Sr. Rosa y veo que también va a tope. Todos vamos dando todo lo que tenemos. En estas condiciones es imposible guardarse nada y los dos vamos resoplando como si estuviéramos de parto.
Behobia Km10 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Llegamos al avituallamiento y le dijo a Sr. Rosa que coja lo que precise y que beba tranquilo. No tenemos prisa. Reduzco un poco la marcha y yo también cojo un vaso de isotónica, sabor cola, que me bebo sin mucha emoción. Tiro el vaso y miro hacia atrás. ¡Mierda! ¡No veo a Sr. Rosa! ¡Joder! ¿Cuándo ha sido la última vez que le he visto? Giro la cabeza a izquierda y derecha y no le veo. Termino corriendo de lado hasta que una voz conocida llega a mis oídos: “¡Aquí, aquí!”. Le veo aparecer entre dos, con su trote característico. Su camiseta está seca así que parece que esta vez ha acertado bebiendo.


Más subidas y bajadas y más viento. El martilleo es constante. Llegamos a la pancarta del kilómetro 10. El último parcial ha caído en 4:25 lo que totaliza 45:03 a mitad de carrera. El parcial total en estos 10 kilómetros es decepcionante, muy decepcionante. El viento nos está masacrando y no estamos dando la talla. Y solo estamos en la mitad...


Km 11

El paisaje no cambia y la meteorología tampoco. El cielo ceniciento amenaza lluvia pero no cae nada, de momento. Sería el toque homérico que le falta a esta odisea. Los tramos de subida son duros y se clavan, pero los tramos de bajada son peores. Intento acelerar la marcha, meter un poco de técnica, inclinar el cuerpo hacia delante pero todo es inútil. El vendaval es un hijo de puta de los grandes, con dos plazas de garaje, calefacción central y aire acondicionado. 

Estamos llegando a Lezo y mi esperanza está puesta en la bajada previa a su entrada. Ahí podemos arañar unos segundos y confío en que las casas y naves nos protejan de la ira de los dioses y así podamos descansar un poco. 
Behobia Km11 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Me voy agarrando a clavos ardiendo y de momento llevo las manos abrasadas. El viento inquisitorio está ganando la partida y todo está saliendo mal.

La gente sigue fiel y se nota la cercanía del pueblo. Cada vez hay más parroquianos y en el repecho donde ondea la pancarta con el número 11 aparecen varias personas, hombres, mujeres, jóvenes, con cestas llenas de gajos de naranja que reparten entre los corredores. Grito a Sr. Rosa y me devuelve una mirada de extrañeza e incomprensión. “¡Naranjas!”, le digo. No sé si me entiende. Vamos por el centro de la calzada, en mitad del repecho y con el aire de cara. No hago ni el intento de desplazarme para coger alguna de las manzanas de oro del jardín de las Hespérides.


Kilómetro 11. 4:31. Sin comentarios. Ni oigo la vocecilla de Endomondo.


Km 12

Llegamos a la bajada de Lezo. La bajada esperada. La bajada anhelada. 
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fuente: google maps (c)
Al principio el aire no amaina pero, conforme entramos en la población, su fuerza disminuye y, aunque no desaparece del todo, este escenario es más soportable. Mis piernas están muy doloridas pero me lanzo como una flecha. 



Las aceras y balcones están llenos de gente animando. Pierdo la cuenta de las manos de niño que choco mientras atravesamos la calle principal como una exhalación. Me empiezo a notar muy muy justo de gasolina. ¡Qué pena de día porque este tramo es de los más emocionantes! 

Behobia Km12 - FutreTheGreat
fuente: http://4.bp.blogspot.com
Sr. Rosa se pone a mi altura por primera vez en mucho tiempo y nos miramos. Vamos mal, se nos nota en la mirada, pero aún nos quedan fuerzas para decir un par de tonterías. 

Tras visitar el avituallamiento, Sr. Rosa consume, sin incidencias ni percances, y yo no, pasamos junto a un grupo de gente que porta pancartas y fotos a favor del acercamiento de presos vascos mientras repiten sin cesar una letanía de palabras es euskera como si de un mantra se tratara. 


Euskal presoak, euskal herrirá” o algo así me parece entender. Sr. Rosa lo entiende a su manera. “Euskal presoak, están bien donde están”, repite un par de veces. Espero que no nos escuchen.


La salida de Lezo pica hacia arriba y ya no hay casas. El cabrón del aire nos está esperando allí. 4:10 al pasar por kilómetro 12. Me sorprende el mal parcial porque creía que iba más rápido pero eso solo confirma que vamos a sufrir de lo lindo en lo que nos queda porque no nos sobra nada. Supongo que también los segundo empleados en el avituallamiento han influído.
Behobia Km12 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)

Km 13

Después de un giro a la derecha entramos de lleno en el puerto marítimo de Pasajes a través de una ligera bajada que nos da una perspectiva de lo que nos espera.

Vemos un gran aparcamiento, barcos y montones de chatarra que salpican el paisaje de la carretera que atraviesa la ría, completamente plana, que se pierde entre las naves de carga y las grúas que, seguramente, han conocido tiempos mejores.
Behobia Km13 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Al entrar en la zona portuaria el suelo aparece surcado de raíles, recuerdos de un pasado ferroviario, y aviso a Sr. Rosa para que no tengamos una avería importante. El asfalto está mal y aparecen muchos charcos, algunos muy grandes y profundos, que procuramos esquivar. 


Una moto de la organización nos adelanta por la derecha y casi nos cala al pasar sobre una gran balsa de agua. Me cuesta hasta cambiar de dirección para no mojarme los pies… Creo que voy a colocar un ritmo de crucero cómodo porque no voy bien y el viento no cesa. Siempre de cara. Siempre oponiéndose.



Kilómetro 13 en 4:29. Que desastre. ¡A la mierda!. Se trata de llegar vivos.


Km 14

Atravesamos el puerto flanqueados por las naves y la ría a nuestra derecha y por una carretera sobre-elevada a nuestra izquierda. Somos unos privilegiados porque normalmente el acceso a esta zona está totalmente restringido.
Behobia Km14 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
El recorrido es totalmente llano y no hay mucha gente esperándonos. En el argot de la Behobia a esta zona la llaman "El Desierto". La soledad que reina en el ambiente es la razón. De unos altavoces de la organización salen unas notas que pretenden animarnos pero el conjunto es desolador. Mi predisposición tampoco ayuda, para que nos vamos a engañar.


Parecemos un ejército de muertos vivientes huyendo del Hades. Huyendo muy despacio, así que Hades y Cerbero no tendrían que correr mucho para cogernos. Ojalá la masa de agua que tenemos a la derecha fuera el río Estigia. Correría sin dudar a bañarme en sus mágicas aguas.

Kilómetro 14 en 4:30. A la mierda otra vez. Sr. Rosa me pregunta el parcial y cuando se lo digo le parece poco. “¡¿Solo?!”. Solo moreno. Esto es lo que hay. Si no te gusta, búscate otro sherpa.

Km 15

Se me está haciendo eterna esta travesía. No recordaba que este tramo fuera taaan largo y taaan monótono. En condiciones normales es un sitio perfecto para correr rápido pero hoy no hay nada normal.
Behobia Km15 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Pasamos junto a una garita de la Guardia Civil, junto a la que 3 uniformados miran la carrera. Solo miran y no aplauden. A Sr. Rosa le entran ganas de gritar unos “¡Vivas!” en su honor por la situación coyuntural de estar ejerciendo su vocación en tierra especialmente hostil. Le digo que mejor les dé un beso en la boca a cada uno o lo que le salga de los huevos. Joder, estoy muy cansado. Me molesta todo. Quiero llegar.


Una fina cortina de lluvia se une a la fiesta. Lamento este suceso jurando en arameo y Sr. Rosa dice que no es nada, que siga corriendo. La verdad es que es una llovizna muy ligera pero con el aire es como si nos pulverizaran agua en la cara. A estas alturas ya me molesta todo. ¿Lo he dicho ya?


Detrás de la pancarta del kilómetro 15 aparecen las casas de Pasajes, más arriba Itxaurrondo y al final, el temido alto de Miracruz. 4:33 el último parcial. Una mierda pero, aún con aire de cara, voy como un reloj y he conseguido mantener un ritmo constante. Lamentable, pero al menos constante.

Km 16

Estamos llegando al final del puerto, ya se ve el final del puerto, ¡estamos llegando al final del puerto! 
Behobia Km16 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Deja de llover tan repentinamente como empezó. 

Repechito, giramos a la derecha, salimos de las dependencias del puerto, cruzamos un aparcamiento, el año pasado estaba sin asfaltar, y hacemos un giro a la izquierda para entrar en Intxaurrondo, dejando Pasajes a nuestras espaldas. Otro momento de los emocionantes. La subida está atestada de gente. 


Música, aplausos y gritos de ánimo que silencian nuestros lamentos y pisadas.  El repecho, como recordaba es duro, no se ve su final así que me apresto a colocar un ritmo cómodo para no morir en el intento. Y de pronto, sin previo aviso, sucede lo inesperado…
Behobia Km16 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
¡El aire se para! La estrechez de la calle junto con la cercanía y altura de las casas impiden la entrada del viento. Unos txistularis de no más de 10 años están tocando y a mí me parecen elfos de Rivendel anunciando la vuelta de Galadriel. El sol se cuela entre las nubes y nos ilumina el camino. La gente grita, anima y yo les veo a cámara lenta. Todo se para. Estoy en una nube, todo sucede despacio a mi alrededor durante dos segundos. 


He dejado de escuchar el aire, he dejado de sentirlo en mi cara, es como si todo se hubiera congelado. Al desaparecer el silbido que nos ha acompañado durante más de 15 kilómetros es como si me hubiera quedado sordo. Choco unas cuantas manos y, sin modificar el ritmo, salgo disparado hacia delante. ¡Por fin puedo correr! Creo que a Sr. Rosa no le ha gustado la idea.
Behobia Km16 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
La calle pica hacia arriba y pasamos por la pancarta del kilómetro 16. Último parcial en 4:29. Aunque hemos mantenido el parcial subiendo, se nota que vamos justos de fuerzas. 


Km 17

La sensación de poder correr es muy gratificante. La calle se empina cada vez más pero voy muy cómodo con un ritmo alto. Miro por encima del hombro y veo que Sr. Rosa me sigue. Mi cabeza empieza a hacer cábalas de nuevo. Si el viento nos deja, la última parte es favorable para echar el resto. Hacer 1h26 ya está imposible pero 1h27 es conseguible. Somos perfectamente capaces de comernos los últimos 3 kilómetros en 12 minutos. ¡Vamos!
Behobia Km17 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
En estas estoy cuando el viento derriba mi castillo de naipes. Antes de llegar a la gasolinera el viento vuelve a entrar. Primero de manera tímida, como despertándose  de una pequeña siesta y después, con violencia, como si hubiera descubierto las travesuras que han hecho unos chiquillos en su ausencia. 

Nos vapulea y zarandea con ira y saña, haciéndonos pagar nuestra osadía. Nos ha engañado una vez más y ahora disfruta haciéndonos sufrir. Incluso me parece oír sus carcajadas entre los “¡Aurreras!” de la gente. No puedo más. Joder, no puedo más. Es desesperante.


La marcha se vuelve durísima de nuevo. La inclinación de la calzada cada vez es mayor y mi humilde chasis ya no da para más. Miro hacia arriba pero no se ve el final. Solo se ve asfalto y gente. Mucha gente. Es increíble el ambiente. 

Behobia Km17 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Para buscar algo de protección, intento arrimarme todo lo posible a la multitud que se agolpa en el lado derecho. Sr. Rosa me sigue, o eso creo, y juntos escalamos este maldito muro.
Behobia Km17 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Llegamos a la rotonda de la que tantas veces le he hablado porque da una perspectiva engañosa. Parece que se acaba la subida cuando en realidad continua por la derecha. Es una sensación demoledora y el año pasado adelanté mucha gente que la hizo caminando.
Behobia Km17 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Cruzamos la plaza y sigo pegado a la derecha de la calle, buscando un abrigo que no encuentro. Choco manos, más por inercia que por entusiasmo. 

¡Animo David!” me grita una mujer. La compasión y la lástima se leen sin esfuerzo en sus ojos. 200 metros, 150,… 100, es un suplicio. Intento ir rápido pero es imposible con esta pendiente.

Behobia Km17 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Hacemos cumbre, kilómetro 17 en 4:40. Otro tramo durísimo de verdad. Ya ha pasado lo peor. ¿O no?

Km 18

Justo en el alto le señalo a Sr. Rosa la iglesia de Santa Cruz y el restaurante de Arzak. La avenida Alcalde Jose Elosegi se abre ante nosotros, ofreciéndonos un descenso reparador en una recta infinita que desciende hasta nivel del mar. 
Behobia Km18 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
La gente se agolpa a ambos lados de la calle y nos anima informándonos de que esto ya está chupado. No sé si es cinismo o ignorancia pero lo que está claro es que es mentira. 
Behobia Km18 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Por otro lado, se viven momentos muy emotivos.


Unos padres animan a su hijo con lágrimas en los ojos y un corredor cuyos blancos pelos han conocido muchos inviernos da las gracias al público presente “¡Gracias a vosotros! ¡Gracias! ¡Gracias a vosotros!” grita mientras aplaude. Esto es bonito, joder. Pienso en mi padre y en su grito de ánimo más característico: “¡Vamos paquete!”. 


Me emociono.


Es el momento de quemar nuestras naves. Alargo la zancada para darlo todo y me tiro a tumba abierta cuesta abajo. Cada golpe contra el suelo es un calambre en mis piernas, me duele la cadera izquierda y temo que sigo bastante despeinado. Un desastre completo.
Behobia Km18 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Sr. Rosa se pone a mi altura y como dos titanes vamos engullendo metros y corredores mientras el viento se nos opone. Kilómetro 18, 4:09 de parcial. El mejor hasta ahora. ¡Qué lástima de día, maldita sea!

Km 19

Sr. Rosa , motivado por lo favorable del terreno y en una muestra de insensatez y desconocimiento del recorrido, acelera aún más, ignorando que la cuesta abajo se acaba 20 metros más adelante. 

 “¡Tranquilo! ¡La siguiente calle pica un poco y ojo con el aire del mar!” le grito. 


“¡Joder! ¡Me cagüenlaputa!” me contesta.
Behobia Km19 - FutreTheGreat
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Giramos a la derecha para coger la avenida de Navarra, vía que nos llevará hasta la mismísima playa de Gros.  El viento va incrementando su velocidad y la inclinación de la calle nos parece otro puerto de montaña. Gente disfrazada con pelucas de colores intenta animar la jornada sin mucho éxito. Un espectador-fumador nos echa el humo y Sr. Rosa se acuerda de sus antepasados puestos en fila india. 


Salvamos el último repecho y continuamos en dirección perpendicular al mar. El ventarrón cada vez es más fuerte y nos está frenando de nuevo. Que novedad, ¿no? Intento no pensar en nada y aprieto los dientes para que el ritmo no pare no, que el ritmo no pare
Behobia Km19 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
De repente, y sin previo aviso, se desata el ApocalipsisEl ventarrón se transforma en huracán y me desplaza un par de metros. Plásticos, chubasqueros y paraguas destrozados son arrastrados y levantados varios palmos del suelo. ¡Esa puerta!

Los semáforos son zarandeados como si fueran de cartón, sus juntas vibran como si estuviesen a punto de estallar y sus estructuras metálicas gimen como galeotes en pleno zafarrancho de combate. Entramos en la playa de Gros y la imagen es dantesca. 


Una galerna está azotando la playa, el paseo marítimo y todo lo que encuentra a su paso. Las olas, al contrario que en la canción de Duncan Dhu, han conseguido salirse del mar y engullen la arena de la playa. También las veo a lo lejos estrellarse contra los muros de la playa de la Concha y dan bastante miedo. Soy incapaz de valorar su altura pero su espuma hace que toda la superficie del Cantábrico tenga una capa de color blanco que se pierde en el horizonte.  



Poseidón también está de muy mala leche esta mañana. Las ramas de los tamarindos plantados en la acera soportan a duras penas el vendaval y temo por nuestra integridad física porque varios penachos de sus curiosas hojas alfombran el suelo. 
Behobia Km19 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)

Hemos cruzado el noveno círculo del infierno y Lucifer nos está recibiendo con sus mejores galas y fastos. Virgilio ¿Dónde estás? ¡Sácanos de aquí! 

Kilómetro 19 en 4:30. ¿Qué importa ya? Se trata de llegar.


Km 20

No veo nada. Es como estar detrás de la turbina de un A380. Donde debería estar el arco anunciando el último kilómetro no hay nada, solo el vacío. No hay arcos de publicidad, no hay banderas, no hay animación y aunque hay bastante gente, el ambiente es desolador. El temporal es muy violento y los que aguantan ahí lo hacen por amor, por cariño o por dinero.

Intento vislumbrar a lo lejos los arcos de la línea de meta pero no veo nada. Solo la inmensidad de un Boulevard plagado de corredores que buscan el final con frenesí. Las señales de tráfico crujen como si estuvieran hechas de la madera del mástil del Pequod y las ondas que salen de la megafonía generan sonidos extraños, como de voces de duendes y seres de ultratumba.


“No se detengan en la línea de meta” me parece entender.

Behobia Km20 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Dejamos un  Kursaal desierto de público a nuestra derecha y unos metros después, cruzamos el Urumea, cuyas negras aguas, embravecidas por la tromba de aire que llega del mar, presentan un oleaje que haría zozobrar a cualquier incauto que se aventurara a vadearlo. 

Al fondo alcanzo a divisar los dígitos carmesíes del cronómetro de la línea de llegada. Está sobre una estructura metálica pero no hay arcos de plástico por ningún lado, imagino que por el viento. Me parece que está lejísimos y la angustia me devora. 

Behobia Km20 - FutreTheGreat
fuente: google maps (c)
Voy a todo lo que dan mis piernas y aun así me parece que no avanzo rápido. Estoy listo de papeles. O llego pronto o mi cuerpo revienta aquí mismo, delante de aquesta multitud que nos jalea. Un paso más, otro. Mis piernas pesan como si llevara grilletes. Sr. Rosa se adelanta y hacemos los últimos 300 metros en paralelo, esprintando como reos perseguidos por la justicia. Somos Butch Casidy y Sundance Kid huyendo de la policía Boliviana, espero que con mejor suerte.

El final se acerca. Intento saborear la llegada, mirando a un lado y a otro, me fijo en la gente que aplaude, en sus caras, miro los edificios, el ayuntamiento al fondo, el suelo... y a los 50 metros comprendo que lo hemos conseguido. Miro el tiempo que marca el crono y mis exiguas fuerzas me dan para calcular que vamos a bajar de 1h30, como quería Sr. Rosa , y que incluso vamos a mejorar la marca que hice el año pasado. Todo un logro.

Behobia Km20 - FutreTheGreat
fuente: http://www.hablandodecorrer.com
Levanto los brazos, doy una palmada a Sr. Rosa en el hombro y cruzamos la última línea. Lo hemos conseguido. Lo hemos logrado. Hemos llegado, seguramente un poco más viejos que cuando salimos pero hemos llegado. Sr. Rosa me pregunta por el tiempo y le digo que soleado. 

Miro lo que marca Endomondo y el resultado final es de 1h28:31. 30 segundos mejor que el año pasado pero muy lejos del objetivo inicial. El último kilómetro lo hemos hecho en poco más de 4 minutos y la media total es de 4:26 min/km. Una mierda en condiciones normales, un triunfo dadas las circunstancias adversas contra las que hemos tenido que luchar desde la primera zancada.

Intercambiamos unas palabras que no recuerdo mientras caminamos como almas en pena en pos de nuestros premios y de nuestras mochilas. 
Caldo Aneto - FutreTheGreat   Cerveza con limón - FutreTheGreat
fuente: colección propia 2013

Nos quitan el chip con mimo, nos reparten fruta, agua y bebidas isotónicas. Todo el mundo te anima y te pregunta si estás bien. Todos los voluntarios se preocupan por este atajo de locos que han desafiado a los elementos esta gris mañana de otoño. Esta organización es magnífica. Se me agotan los calificativos.

Finalmente, como dos ánimas errantes, recogemos nuestra medalla y una voluntaria nos hace una foto que nos hará recordar un día que ya es leyenda y, sin ninguna duda,  forma parte de la eternidad.

Y colorín colorado.

¡Agur mutiles!